por qué me gusta escribir XII

Pienso que escribir es una de las opciones, entre muchas manifestaciones del arte, que permite la expresión del sentir. Desde los filósofos hasta los médicos hablan de la importancia de manifestarse. Está comprobado científicamente que la sensación de bienestar de una persona es directamente proporcional a la posibilidad de una expresión genuina.

Después viene otro dilema, el de las interpretaciones, y el "mostrar para".

Entonces surge la pregunta de si una descripción de una situación violenta, multiplica esa violencia o la disminuye.

Y mi respuesta se ubica en un depende. Depende desde donde se mire. El espectador al leer el discurso decide en qué vereda se para. Así un discurso violento puede tener un efecto o el contrario. Es el famoso caso de los dibujitos violentos o las películas de guerra, pero con respecto a esto (como a todo), hay tantos puntos de vista como personas.

Si bien en el momento de la emisión uno sugiere posibilidad entre las interpretaciones, en el momento de la recepción, es el mismo  receptor  quien elige que pensar con respecto a eso, es desde ahí donde se decide potenciar lo afirmado por su positivo o aliarse con su contracara.

Otro tema es plantearse desde dónde asumir esa elección de lectura y saber desde dónde esa persona se está  construyendo si elije eso (algo), específicamente.